El modelo del Líbano: ¿Una solución de coexistencia para Irak y Siria?


ROMA, 14 Nov. 14 / 07:32 am (ACI/EWTN Noticias ).- El Nuncio Apostólico en Líbano, Mons. Gabriele Caccia, ha dicho que el país es un modelo de coexistencia multi-religiosa que podría ayudar a resolver los conflictos en el Medio Oriente.


“No hay mayorías o minorías aquí, pero cada uno es perte de un todo”, dijo Mons. Gabriele Caccia a varios periodistas católicos en una reciente reunión en la nunciatura en Jounieh, Líbano.


“Incluso en este momento, si buscamos una solución para Irak y Siria, un grupo está dominando a todos los otros”, dijo. “Su inspiración podría ser Líbano, donde hay espacio para todas las comunidades”.


Mons. Caccia dijo que Líbano es “muy abierto a Occidente”. Por otra parte, es también “muy tradicional en valores”. El Nuncio describió esto como una “señal de balance en medio de sus muchas contradicciones.


La población del país está dividida desigualmente entre maronitas y otros cristianos, musulmanes chiitas y suníes, y drusos.


Mons. Cacciadijo que la constitución del país rechaza tanto el laicismo como la teocracia. El estado permite que cada comunidad se comporte de acuerdo a sus leyes.


“Esta es una forma de permanecer juntos”, dijo. El Nuncio describió el país no como una “democracia de números”, sino como una “democracia de decisiones comunes” que refleja tanto los pensamientos cristianos como no cristianos.


Siria, vecina de Líbano, ha estado sumida en un aguerra civil desde inicios de 2011, cuando manifestantes críticos al presidente Bashar al-Assad fueron atacados por las fueszas del gobierno, disparando mayor violencia. Más de 200 mil personas han sido asesinadas y 11 millones desplazadas de sus hogares.


Assad, un musulmán alauita, ha atraído el apoyo de musulmanes chiitas y minorías religiosas incluyendo cristianos, mientras que sus opositores han atraído apoyo de la comunidad musulmana sunita, mayoría en Siria.


Cientos de pequeñas milicias con lealtades cambiantes también controlan pequeñas regiones de Siria.


Por su parte, Irak ha degenerado en un conflicto y persecución sectaria, tras la invasión dirigida por Estados Unidos en 2003.


La situación regional es más complicada por el surgimiento del Estado Islámico y el Frente Al-Nusra, que tienen apoyo de algunos musulmanes sunitas y están activos en Irak y Siria, así como en pequeñas zonas de Líbano. El grupo busca la restauración de un califato y la imposición de una estricta interpretación de la ley islámica.


Mons. Caccia dijo que el Estado Islámico, también conocido por su acrónimo en árabe “Daesh”, ha intentado buscar “discordia” en el ejército libanes.


“Ellos han intentado dividir el ejército, porque el ejército es la institución que mantiene a todos juntos y es capaz de controlar el territorio”, dijo.


“Hasta ahora, no ha funcionado, porque todos los líderes políticos estuvieron unidos para condenar este esfuerzo”.


El ejército libanes restableció el control en el norte de la ciudad de Trípoli la semana pasada, luego de enfrentamientos con partidarios militantes del Estado Islámico y el Frente Al Nusra. Estos partidarios critican el apoyo de Hezbollah al régimen de Assad en Siria.


Mons. Caccia, que ha servido como Nuncio en Líbano desde 2009, dijo que la preservación de la estabilidad política en Líbano es “vital” para proveer un ejemplo a la región.


El Nuncio citó el discurso de San Juan Pablo II en Beirut (Líbano) en 1997, en el que el Papa dijo que el Líbano es “más que un país, es un mensaje”, un mensaje de libertad y de coexistencia.


El acuerdo de poder compartido constitucional del país requiere que el primer ministro sea un musulmán sunita, el presidente del país debe ser un cristiano maronita y el presidente del parlamento debe ser un musulmán chiita. La mitad de los cargos parlamentarios y ministeriales son otorgados a cristianos.


A diferencia de la mayoría de los otros países del Medio Oriente, las conversiones religiosas son legales en Líbano. El Nuncio elogió este respeto para la conciencia que coexiste en un sistema que según él permite que 18 diferentes comunidades religiosas “tengan voz en el país”.


Líbano es “muy complejo, pero bello”, dijo el Nuncio, y destacó que la mayoría de libaneses, así como las principales potencias mundiales, tienen la intención de evitar otra guerra civil.


Entre 1975 y 1990, la mortal guerra civil en el país mató a más de 150 mil personas. Las cicatrices de guerra aún son evidentes en Beirut, donde edificios marcados con balas y salas de cine quemadas aún se mantienen, dicen los pobladores, como un recordatorio para evitar la destrucción de la guerra.


Mons. Caccia dijo que el país es “relativamente pacífico y calmado”, pero que el Papa Francisco está “bastante preocupado” por la situación ahí.


Las preocupaciones del Papa incluyen temas humanitarios relacionados con ayudar a las víctimas del conflicto, y con el tráfico de armas que provee la lucha.


Mons. Caccia subrayó las atrocidades que se están cometiendo tanto contra cristianos como musulmanes.


El Nuncio dijo que el daño a los cristianos es “daño colateral” de las políticas de los grandes poderes en la región.


El destino de los cristianos “no es algo que realmente interese a las grandes agendas políticas de las grandes naciones”.


“Por supuesto que tienen que hacer algo, por si acaso, pero no es una prioridad”.


Sin embargo, el Nuncio destacó que los cristianos libaneses han jugado el rol de un puente entre los musulmanes chiitas y sunitas.


Mons. Caccia dijo que Líbano tiene muchos poblados de una sola religión, chiitas, sunitas, cristianos y drusos.


“Pero en los pueblos mixtos nunca encontrarás un poblado donde haya chiitas y sunitas. Pero puedes encontrar sunitas y cristianos, drusos y cristianos, chiitas y cristianos”.


“Los cristianos tienen la posibilidad de hablar y ser un puente para todos”, dijo el Nuncio, señalando el rol de los cristianos en la educación y en brindar una “visión de sociedad”.


La presencia de cristianos en el Medio Oriente es también vital para aquellos que buscan libertad y valores democráticos como soluciones globales a los problemas políticos.


Mons. Caccia dijo que “es más inteligente ayudar a las comunidades que están viviendo en esta parte del mundo y compartir esta mentalidad, que destruir y sacar a estas personas, (que) tratar de convencer a los otros desde afuera de que tienen que cambiar (sus) mentes”.


Etiquetas: cristianos perseguidos, Iglesia Católica, Líbano, Medio Oriente, Irak, conflicto en Siria, Estado Islámico de Irak y Siria, Persecución de cristianos en Irak



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