Hombres y mujeres son complementarios, pero ¿qué significa esto realmente?

WASHINGTON D.C., 19 Oct. 15 (ACI).- La idea de que los hombres y las mujeres son diferentes y complementarios ha estado en la Iglesia Católica desde el comienzo. Pero, ¿qué significa exactamente esto para la Iglesia hoy en día? ¿Qué implica para las mujeres que están en la Iglesia? ¿Deberían tener las mismas funciones que los hombres? ¿Tendría que haber una cuota de igualdad entre las personas que sirven en la Iglesia?

Para nada, afirma Mary Hasson, editora del libro “Promesa y cambio: Mujeres católicas reflexionan sobre feminismo, complementariedad y la Iglesia”.

“El punto no está en contar cuántas mujeres hay, para compararlo con el de los hombres. La pregunta es ¿hemos integrado suficientemente a la mujer, de manera complementaria, como Dios quiere?

Después del llamamiento del Santo Padre a profundizar en la “teología de la mujer”, un grupo de mujeres católicas bajo la dirección de Helen Alvare, profesora de Derecho en la Universidad George Mason (Estados Unidos), se reunieron para estudiar el papel de la mujer en la Iglesia, con un énfasis particular en la idea de la complementariedad entre los dos sexos.

“Creo que la armonía es una gran palabra que describe la complementariedad, porque cuando tienes armonía ves las cosas unidas, como un perfecto todo, que es lo opuesto a dos piezas que intentas poner juntas”, explicó Hasson a ACI Prensa.

El grupo está compuesto por abogadas, teólogas, filósofas, economistas, profesoras y religiosas, y se han organizado para configurar el Forum de Mujeres Católicas en el centro de políticas públicas y éticas, del que Hasson es miembro, para debatir sobre el papel que la complementariedad tiene en la Iglesia actual.

Este libro es el resultado de sus presentaciones en el Simposium de Mujeres en la Iglesia de 2014.

“Complementariedad es una de esas palabras técnicas que parece que sabemos qué significa. Pero que conforme se estudia y se profundiza en ella, te das cuenta de que hay mucho más y que contiene una grandísima riqueza que no sólo se puede explicar sino que se tienen que vivir de manera más plena y ponerla en práctica en la Iglesia”, afirmó Mary Hasson en el Forum de Mujeres Católicas.

Indicó que el grupo no pretende cambiar el Magisterio de la Iglesia. “La Iglesia ya ha hablado”, afirmó Hasson, especialmente en lo referente a la imposibilidad de ordenar mujeres sacerdote, que es uno de los puntos que se tiende a pensar que es el centro de las discusiones del papel de la mujer en la Iglesia.

Pero por otro lado, Hasson asegura que existe la creencia de que “nada debe cambiar”.

“Si te centras en ese punto, se está olvidando lo que deberíamos hacer como laicos y laicas”, dijo. “La distinción interesante en donde el desarrollo y crecimiento de la Iglesia tiene que suceder es la comprensión plena de lo que los sacerdotes están llamados a ser y también el papel de los laicos”.

Buscando un punto medio entre los extremos, el Forum de Mujeres Católicas está interesado en desarrollar modos prácticos de animar a la colaboración entre las mujeres y los hombres en la Iglesia.

“Cuando piensas en los roles de la mujer en la Iglesia Católica, a menudo parecen extremos opuestos. Ya sabes, o se ordenan sacerdotes mujeres o permanecemos en el mismo status quo que hasta ahora, por lo que nada debería cambiar”.

El grupo está trabajando para que más mujeres se unan a la Iglesia, a través del encuentro anual de mujeres católicas y el encuentro de mujeres líderes católicas donde líderes y estudiantes reflexionan sobre estos temas, así como también tienen tienen charlas sobre liderazgo para mujeres profesionales en el área de Washington DC, (Estados Unidos).

En la búsqueda de un mejor entendimiento de la teología de la mujer, Hasson también destacó que eso conlleva explorar la teología del hombre.

Con ese fin, el libro incluye un capítulo de la profesora Deborah Savage de la Universidad de St. Thomas titulado “El genio del hombre”.

“Vivimos en un momento en el que se le dice a los niños una y otra vez que los hombres son los responsables de todo el mal del mundo”, escribió. “Los padres, y los hombres en general, están dejando de invertir en las estructuras familiares y en quienes las componen, a pesar de que la evidencia muestra que estar involucrado proporciona a los hombres un camino real hacia la perfección y la felicidad”.

“El genio masculino y el femenino son realidades supernaturales que, aunque se puede hablar de ellas a nivel natural, requiere una participación en la vida de la gracia para que se llegue a la máxima expresión”, escribió Savage.

Hasson coincide. “La Iglesia siempre ha hablado a las mujeres sobre la maternidad, pero también es necesario entender que nuestra maternidad se apoya en la paternidad”, afirma.

“Es esa relación entre la paternidad y la maternidad, no sólo entre el hombre y la mujer, la que nos dice muchas más cosas. De hecho, teológicamente nos muestra la vida en la Trinidad”.

Publicado en Catholic News Agency y traducido para ACI Prensa por Blanca Ruiz. 

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