LOS ÁNGELES, 15 Sep. 17 / 01:15 pm (ACI).- Un día como hoy, 15 de septiembre de 1987, San Juan Pablo II llegó a Los Ángeles como parte de un viaje apostólico de 10 días a Estados Unidos y Canadá. Desde la Catedral de esa ciudad, hoy la diócesis más poblada de Estados Unidos con casi el 50% de habitantes latinos, el Pontífice alentó a siempre invocar “el santo nombre de Jesús en sus alegrías y sus penas”.
El Santo Padre en Los Ángeles visitó la Catedral de Santa Vibiana –hoy reemplazada por la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles como sede episcopal–, la escuela católica de la Inmaculada Concepción y celebró la Santa Misa junto a los Obispos de Estados Unidos en el estadio de los Dodgers.
El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, recordó la fecha a través de sus redes sociales, con un video de la visita del Papa.
“En el momento de su visita, yo era un joven sacerdote sirviendo en San Antonio”, en el estado de Texas, explicó el Prelado.
“De hecho, 2 días antes de que viniera a Los Ángeles, él pasó el día en San Antonio”, recordó.
En la Antigua Catedral de los Ángeles, San Juan Pablo II advirtió que “en un mundo lleno de ideologías que compiten y tantas promesas falsas y vacías, el nombre de Jesucristo trae salvación y vida”.
“Este nombre es una fuente de vida para aquellos que creen; nos libra del mal y nos lleva hacia la única verdad que nos puede liberar”, dijo.
“En su lucha contra el mal y contra el maligno, y en su lucha por la santidad, el nombre de Jesús es la fuente de su esperanza, ¡porque en el nombre de Jesús ustedes son invencibles!”.
El mismo 15 de septiembre, San Juan Pablo II sostuvo una teleconferencia con jóvenes, a quienes les habló “sobre la esperanza”, cuya pérdida, advirtió, lleva incluso al suicidio.
“¡Claramente, la esperanza no surge de los talentos y dones, o de la salud física y el éxito! Viene de algo diferente. Para ser más precisos, la esperanza viene de alguien más, alguien más allá de nosotros”, dijo.
“La esperanza viene de Dios, de nuestra fe en Dios”, explicó.
En la ciudad capital de la industria cinematográfica de Estados Unidos, el Papa tuvo ocasión de dirigir un discurso a los integrantes de la industria de la comunicación, a quienes les aseguró que la Iglesia “está de su lado”, pues “por mucho tiempo ella ha sido patrocinadora y defensora de las artes; ella ha promovido los medios y ha estado al frente del uso de nuevas tecnologías”.
En su labor, alentó, “les pido que elijan el bien común. Eso significa honrar la dignidad de todo ser humano”.
Un día después, al celebrar la Santa Misa en el estadio de los Dodgers, San Juan Pablo II destacó que “hoy, en la Iglesia en Los Ángeles, Cristo es anglo e hispano, Cristo es chino y negro, Cristo es vietnamita e irlandés, Cristo es coreano e italiano, Cristo es japonés y filipino, Cristo es nativoamericano, croata, samoano y muchos otros grupos étnicos”.
“En esta Iglesia local, Cristo Resucitado, el único Señor y Salvador, está viviendo en cada persona que ha aceptado la palabra de Dios y ha sido lavado en las aguas salvadoras del bautismo. Y la Iglesia, con todos sus miembros diferentes, sigue siendo el Cuerpo único de Cristo, profesando la misma fe, unida en la esperanza y en el amor”.
San Juan Pablo II recordó además a los habitantes de “la ciudad que tomó el nombre de Los Ángeles” que “los ángeles en el cielo ven ‘el rostro de Dios’ en la visión beatífica de la gloria. Todos nosotros, personas en este planeta, caminamos con fe hacia la misma visión”.
“Y caminamos con esperanza”, aseguró.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 2 de agosto de 2017
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