Muere Cardenal que admitió haber cometido inconductas sexuales

El Cardenal Keith Patrick O'Brien, que renunció al cargo de Arzobispo de Edimburgo (Escocia) en 2013 tras admitir que cometió diversas inconductas sexuales en su ministerio, falleció este lunes 19 de marzo a la edad de 80 años.

Según informa una nota de Prensa de la Arquidiócesis de Edimburgo, el Purpurado murió en el Royal Victoria Hospital acompañado de su familia y amigos.

El actual Arzobispo de Edimburgo, Mons. Leo William Cushley, ofreció sus oraciones por el fallecido Cardenal, su familia y todos aquellos afectados por el escándalo.

“En vida, el Cardenal O’Brien puede haber dividido la opinión. Pero en la muerte creo que podemos unirnos para rezar por su alma y por el consuelo de sus familiares; así como por el apoyo a los que se sintieron ofendidos o decepcionados por él. Que descanse en paz”, afirma el Arzobispo.

El Cardenal O’Brien nació en Ballycastle, condado de Antrim en Irlanda del Norte el 17 de marzo de 1938. Fue ordenado sacerdote el 3 de abril de 1965; y designado Arzobispo de St. Andrews y Edimburgo 20 años después, el 30 de mayo de 1985.

Durante 10 años se desempeñó como Presidente de la Conferencia Episcopal de Escocia. Fue creado Cardenal el 21 de octubre de 2003.

Renunció al cargo de Arzobispo de St. Andrews y Edimburgo en 2013, a la edad de 74 años, tras las acusaciones de haber cometido inconductas sexuales con otros hombres en la década de 1980.

El Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia que se hizo efectiva el 25 de febrero de 2013.

O’Brien, que anunció que no participaría en el cónclave de marzo de 2013 en el que se eligió al Papa Francisco, admitió que “hubo ocasiones en las que mi conducta sexual hay caído debajo de los estándares que se esperaban de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal”.

En ese mismo mes, en declaraciones a la BBC, el Cardenal dijo que sería “muy feliz” si los sacerdotes tuvieran “la oportunidad de considerar si ellos podrían o deberían casarse”.

En mayo de 2013, luego de dialogar con el Papa Francisco, el Purpurado dejó Escocia para dedicarse a un tiempo de oración, penitencia y reflexión. En marzo de 2013, el Santo Padre aceptó su renuncia a los derechos y privilegios que le correspondían como cardenal.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA 

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