Los Obispos de Nicaragua expresaron su rechazo al brote de violencia y la represión a manifestantes por parte de “miembros afines al gobierno”, al tiempo que exhortaron a las autoridades a “escuchar el grito” de quienes se oponen a las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
En un comunicado recogido por la agencia vaticana Fides, la Conferencia Episcopal de Nicaragua exhortaron “a las autoridades del país a escuchar el grito de los jóvenes nicaragüenses y la voz de otros sectores que se han pronunciado al respecto de las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y derogar las reformas a las políticas de dicho Instituto”.
Una serie de protestas en Nicaragua, iniciadas el 18 de abril, han dejado hasta el momento 10 muertos y más de 80 heridos, debido a la violenta represión de las autoridades.
Las protestas se realizan por las modificaciones decretadas por el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, al régimen de pagos del INSS.
Seguimos con preocupación los hechos de violencia en #Nicaragua, y condenamos toda violencia y asesinatos contra ciudadanos. Llamamos a la paz, respeto a la institucionalidad y a esclarecer crímenes.
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 20 de abril de 2018
Comunicado Secretaría @OEA_oficialhttps://t.co/hedFtCPD3Opic.twitter.com/K4TR8E7hxA
En adelante, lel pago de aportes de los trabajadores pasará del 6,25% al 7%, mientras que los empleadores pasarán de pagar el 19% al 22,5%. Además, los jubilados deberán abonar un 5% mensual.
Estas medidas buscarían salvar al INSS de la crisis que afronta, sin someterla a reajustes ni recortes.
Los cambios se harán efectivos el 1 de julio.
Para los obispos nicaragüenses, “rectificar las decisiones tomadas es signo de humanidad, escuchar es camino de sensatez, buscar a toda costa la paz es sabiduría”.
“Por tanto, una vez más invitamos a los autores de dichas reformas a plantearse el diálogo como posibilidad para solucionar este conflicto, que puede agravarse si no se toman decisiones acertadas para todos y a tiempo”.
Los obispos expresaron también su reprobación de “todo brote de violencia que enfrenta a los hijos de una misma nación”.
“Las acciones represivas ejecutadas por miembros afines al gobierno alteran la paz”, indicaron.
“La Iglesia rechaza los abusos, las injusticias, los atentados a la libertad en cualquier parte en donde se presenten, cualesquiera sean sus autores, y propone luchar con los medios que le son propios por la defensa y la promoción de los derechos del hombre, especialmente en la persona de los pobres”.
La Iglesia en Nicaragua pidió luego que el pueblo “ejerza su derecho a manifestarse de manera pacífica desde los valores cívicos y evangélicos”.
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